Hola

Empecé este diario cuando me movía entre asociaciones de vendedores de prensa, quiosqueros -yo era uno de ellos- y asociaciones que trataban de unificar ese sector tan atomizado y echado a perder. Cuando la crisis y otras circunstancias municipales me obligaron a cerrar mi negocio, decidí mantener el blog para ir dejando aquí mis impresiones, no solo acerca de aquello, sino del mundo que me rodea.

Siempre hay cosas que decir, siempre hay algo por lo que luchar...

Sigamos incordiando


Los clientes, los amigos cercanos y aquellos otros con los que mantengo algún contacto, ya saben que en febrero he cerrado el quiosco; a los demás, lectores y gente que pasa por aquí de vez en cuando, se lo estoy diciendo ahora. Dense todos por informados. 

Como buen súbdito de su majestad Juan Carlos I y de sus gobiernos de pandereta, me voy con una mano delante y la otra detrás. Pagadas las facturas y canceladas las deudas, me quedo a dos velas y con el Concello tratando de cobrarme un año entero de Recogida de Basura; parece que les da igual que mi negocio solo haya estado funcionando dos meses de este año 2011, ellos cobran años enteros y no se andan con minucias ni decimales. Les he dejado una reclamación que supongo acabaré pagando con recargo y multa, que es lo que suele pasar cuando le chistas al poder, aunque sea por una chorrada como esta. Qué país. 

La cosa es que el negocio no da más de sí. Los márgenes de hace veinte años no dan para cubrir los gastos de hoy; menos ventas, productos con márgenes de beneficio del dos y tres por ciento, como las tarjetas, las recargas, el bonobús o la lotería; el impuesto de transporte que imponen las distribuidoras cada día más alto, sube el alquiler, sube la luz, suben los impuestos y merman los beneficios porque la prensa se hace la competencia a sí misma promoviendo otros medios que no pasan por el quiosco. Algunos aguantarán un poco más, otros hemos tirado la toalla cuando hemos visto que nos era imposible llegar a fin de mes sin tener que pedir prestado.

Los autónomos nos vamos al paro, además, como meros números que engrosan la lista pero que no consumen recurso alguno. Es decir, al INEM, ahora travestido en SEPE, vamos gratis y sin derechos; del subsidio de desempleo ya ni hablamos, y de recibir algún tipo de ayuda para no tener que acabar durmiendo cno la familia debajo de un puente, tampoco. Somos un papelito que hay que ir a sellar cada tres meses y de los que el Estado se desentiende por completo. Yo creo que no nos meten en un campo de concentración porque le saldríamos más caros que dejándonos morir en la puta calle. Porque, no se lo pierdan, a los tres meses de haberse dado de baja de autónomo, si no ha encontrado usted trabajo pierde también la Seguridad Social. Sí, como lo oye, ya puede ir corriendo en busca del familiar más cercano para que haga un poco de caridad con usted y le ponga de beneficiario en su cartilla. Porque aunque haya cotizado veinte o treinta años al régimen general y otros diez o quince en autónomos, en tres meses le dejan sin médico de cabecera, sin especialistas y sin derecho a recetas; la única sanidad que le garantiza el Estado es que no le echarán a patadas de Urgencias. Del resto, olvídese.

En fin, dejemos de hablar de miserias de pobres, que a nadie le interesan y pongámonos a buscar trabajo, que algunos dicen que han visto empleos auténticos más allá de Orión...