¡Alabado sea el Señor y bendito sea su santo nombre! La execrable -a lo mejor lo que quiero decir es excelente, siempre confundo esas dos palabras- ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha visto la luz en forma de virgen del Rocío y rápidamente se ha encomendado a ella en forma de enmienda en los Presupuestos Generales del Estado. La Virgen, enviada al parecer por el propio Papa Benedicto XVI, otorgará deducciones fiscales de hasta el 95% a las empresa que colaboren con el Año Jubilar Mariano que milagrosamente acaba de proclamarse.
La ministra, que no cabe en sí de gozo, ha dicho: “Estoy muy emocionada porque no me lo esperaba, aunque un capote de la Virgen siempre llega. Esta aliada privilegiada y embajadora universal de Huelva nos ha hecho un regalo en nuestra salida de la crisis y en la búsqueda del bienestar todos los días de los ciudadanos”, tras lo cual cayó en éxtasis, aunque hay quien dice que el éxtasis fue primero y sus declaraciones después.
Desde este blog queremos felicitar al Papa, a la Virgen y a la excelente -o execrable, no me acuerdo- ministra de Empleo y Actividades Marianas por el regalo a Españñññññiiiia que constituye la venida de la virgen María en cuerpo y alma; regalo que estamos seguros de que contribuirá a que la crisis finalice, como muy tarde, a mediados de agosto.
Nos queda la duda de si a la virgen del Pilar la habrán destinado a otro lado o si, tras tantos años de protección y servicio al país, habrá pasado a la reserva divina.
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